Un atleta prodigioso, una celebridad adorada por las masas, y para muchos un asesino que “se salió con la suya”, el 11 de abril se dio a conocer la muerte de O.J. Simpson, una de las figuras más polarizantes del imaginario estadounidense en el siglo XX. El momento es oportuno para recordar la serie documental O.J: Made in America, la cual expone las facetas de esta notoria figura pública y el profundo impacto que su persona y el famoso “juicio del siglo” tuvieron en una sociedad americana que atravesaba algunos de sus momentos más difíciles debido a tensiones raciales que siguen latentes hoy en día.
O.J: Made in America es una compleja y profunda exploración de los efectos de la fama, las desigualdades raciales y las limitaciones en el sistema de justicia de los Estados Unidos. La serie fue nominada como película y ganó el Oscar a mejor documental en 2017. Está disponible en la plataforma Star+ como una miniserie de cinco capítulos. La misma opera como una sola producción de siete horas de largo que explora la figura de O.J. a través de los años y el contexto social y cultural que lo moldearon a él, y al infame “juicio del siglo” y su legado.
Compuesta en su totalidad de material de archivo y entrevistas, tanto a abogados de la defensa, como también a fiscales y demás figuras cercanas al sujeto, la serie documental oscila brillantemente entre ambas para generar yuxtaposiciones que constantemente contrastan la realidad de O.J. con la realidad social de Los Ángeles en la década de los 90s, así como brindarnos premoniciones e ironías sobre el desenlace conocido de su historia.
Se utilizan sucesos centrales en la historia estadounidense racial, como el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968, el incidente de brutalidad policial contra Rodney King de 1991 y los disturbios de Los Angeles de 1992 para contrastar la fama y estatus tan único de O.J.
También dedica una cantidad de tiempo importante a ilustrar la realidad de la difunta Nicole Brown y los patrones de violencia doméstica y de genero que marcaron los sucesos que llevaron a su asesinato.
La figura pública de O.J. Simpson es efectivamente posicionada como un hombre de contradicciones. Contradicciones sobre su color de piel, y la identidad que se le adjudicaban otros y él mismo. Así como contradicciones sobre su percepción pública, su fascinación con la fama y como era el hombre a puertas cerradas. Y principalmente contradicciones sobre su legado y el impacto que tuvo el sensacionalista “juicio del siglo” en el imaginario americano. En estas contradicciones que la serie magistralmente ilustra, se identifican los factores que convierten a OJ en una figura igual de fascinante como polarizante.
La serie es un logro en lo que concierne al cine documental. Un trabajo monumental de investigación periodística, que meticulosamente deconstruye uno de los crímenes y juicios más famosos del siglo pasado, abordando todas las aristas y contextos necesarios para enmarcar este momento de la historia. Una pieza cinematográfica sin pierde, que fascinará tanto a las audiencias que recuerdan “el juicio del siglo” como los que recién descubren quién era “The Juice”, que hizo y porqué fue tan conocido.