Genios de la pintura española como Picasso, el Greco, Velázquez o Goya se darán cita a partir de mañana en una gran exposición de arte del Museo de Bellas Artes Pushkin, que se nutre de los fondos de pinacotecas rusas debido al aislamiento de Moscú por la guerra de Ucrania.
“Tenemos aquí unas obras clásicas creadas entre los siglos XVI y XIX”, dijo a EFE Svetlana Zagórskaya, la comisaria de la muestra “Colección española. De los fondos de los museos rusos”, que se podrá ver hasta el próximo 4 de febrero.
Son más de 50 pinturas, entre las que figuran lienzos del Greco, Velázquez, Zurbarán, Murillo, Goya y Sorolla, entre otros, un recorrido por la evolución de la pintura española del manierismo al impresionismo.
La exposición también incluye objetos de artes decorativas, esculturas y gráficos de la colección del Museo Pushkin.
La última gran muestra entre el Pushkin y otro gran museo que participa en la misma, el Hermitage, data de hace casi 90 años, por lo que la exposición, que además cuenta con obras de museos de Smolensk y Tver, no tiene análogos por su envergadura y contenido, según los organizadores.
Nunca visto en Moscú
Algunas de las obras de la exposición se presentan en Moscú por primera vez, explicó Zagórskaya.
“Yo destacaría el retrato de Bernardo de Claraval del Greco, cedido por el Hermitage, que se expone en Moscú por primera vez”, señaló la comisaria.
Es un cuadro pintado en 1579 y que llegó a los fondos del Hermitage, que acoge la mayor colección de la pintura española fuera de España, después de la Segunda Guerra Mundial.
Otro lienzo que no había visto hasta ahora el público capitalino ni tampoco el de San Petersburgo es Santa Rufina de Francisco de Zurbarán, de la colección del Museo de Smolensk.
La comisaria de la muestra lamentó que actualmente la cooperación entre los museos rusos y españoles sea prácticamente “inexistente”, y confió en que la cultura ayude a restaurar los puentes quemados por la geopolítica. “En parte, para eso también hacemos estas exposiciones”, argumentó.
Otra de las particularidades de la exposición rusa es el reencuentro entre unos cuadros “separados” de Antonio de Pereda y Bartolomé Esteban Murillo, algunos de los cuales no habían salido nunca de Moscú, y otros de San Petersburgo no lo habían hecho en casi 100 años.

