Intenso este romance de barrio. En boca de todos. Aunque los padres de ella están muy preocupados. Él, Juan Simón, endulza a La Choni mientras la mira de cuerpo entero: -Tanta carne y yo chupando hueso. La actriz ajusta la realidad de su delgadez al texto original, pegado a lo voluptuoso, al replicarle al novio: -Cada una tiene lo suyo. ¿Cuál es el personaje, cuál es la actriz? Anzuelo para enredar la vaina, vocablo comodín de la ‘república’ de La Loma.
El texto del cetrés Rafael Pernett (1949) cobra vida en 42 personajes interpretados por 4 varones y 4 damas que se agolpan en el escenario de La Estación, allí cerquita, en Vía España. Uno se tropieza con un gentío que no es tanto.
Nos trasladan a la década de los años setenta, antes y después del parto de la novela, mientras Pernett vivía en Salamanca, estudiante de Medicina, muy joven, ya casado y con hijas.
Macorina es producto del cancionero caribeño y ambienta escena, tanto en son cubano como en la voz canción de la mismísima Viole ta Parra, autora, aunque no quieran creerlo, del himno universal “Gracias a la vida”. Ocurre en ese escenario rotatorio: la canción rueda y un personaje clama que se haga el milagro: /pon la mano aquí, Macorina/pon la mano aquí/.Tus senos, carne de anón/tu boca, bendición.
Son los años de ese vital invento de la salsa y la musicalización viste de un variado repertorio de géneros esta emblemática ‘república’, que, en la adaptación y dirección extraordinaria de Arturo Wong Sagel, no deja por fuera los días cubiertos por la neblína minera del reino Quantum, así como la canasta de candidaturas para el torneo electoral del 24.
En medio de tanto alboroto, reluce, como una estatua, en un momento mágico, Silvia la runcha, mucho gusto. Para inmortalizarlo: Silvia era una runcha, pero tampoco para ganar concurso.
A cada personaje lo tratamos con dignidad, me convence, elocuente, Thyrza de La Estación, productora. Dignidad es respeto: no humillarlo, no denigrarlo, no degradarlo. Su antecedente es el griego ‘axios’, valioso, apreciado. En latín, ‘dignus’, merecimiento, posición de prestigio. Dignidad y moral, alegato de un personaje.
Loma es un espejo de nuestra realidad y es pionera en nuestro medio de la novela de personaje colectivo, pondera el ensayista Martín Jamieson, lomélogo y estudioso de la novelística pernettiana. El texto “plasma el lenguaje vernáculo, en una narración en la que el lenguaje mismo se convierte en personaje, gracias al oído temperado de su autor”, puntualiza.
En ese personaje colectivo se presentan el hambre, desempleo, promiscuidad, discriminación, pobreza de una nación con altos ingresos, aunque campeona mundial en desigualdad.
Ela Urriola, filósofa y escritora, celebra el debut: “La Loma sigue ardiendo, no importa en qué parte del mundo (ficticio o real), pero lo hace y lo seguirá haciendo en nuestros corazones”. Realidad cruda, descripción directa, mostrada en lo grotesco, con humor, ironía y sarcasmo.
¿Quién mató a la Petra? Cada uno lo sabe, cada uno tiene su versión en esta comunidad, reino de la murmuración y el bochinche.
Otras novelas:
Novelas de autoría de Pernett: Estas manos son para caminar, El indio sin ombligo, De 11 a 7, Los truenos de la aurora y El cazador de calendario.
Actores de La Loma:
Kathleen Moreno, Dolly Wilson, Saraí Guevara, Cristyn Ubarte, Alejandro Cerezo, Luis Brown, Henry Twohy y
Aarón Rodríguez.
Calendario de funciones:
Del 27 de septiembre al 28 de octubre de 2023.
De miércoles a sábados: desde las 7:30 pm
Una producción del Teatro La Estación.
El autor es docente, periodista y filólogo