El disco Vikorg significó una experiencia trascendental para la banda Señor Loop, no solo por cómo se gestó su creación, sino por su éxito posterior, que lo convirtió en uno de los discos más destacados de la era contemporánea del rock panameño.
Por ello, la idea de relanzarlo en formato vinilo –dada “la magia” que despiertan estos discos hoy en día– fue una conversación constante desde que salió por primera vez en 2013, según explicó a La Prensa el vocalista de la agrupación, Rodrigo Lilo Sánchez.
“Siempre se nos presentaban otros proyectos. Que si una grabación nueva, que si una gira... por lo que no podíamos invertir todo nuestro capital en producir discos de vinilo y entonces pasaba el tiempo. La mayoría de nuestros discos los editábamos nosotros, salvo el último, La Leña Que Prende Madera que lo editamos con la disquera mexicana Discos Panoram [...]. El negocio del vinilo es un poco complicado, nadie se quiere meter en eso, porque no es mucha ganancia, pero al final le dimos vueltas y se nos unieron los planetas. Nosotros nos asociamos con la casa editora panameña Editoris e hicimos una gran inversión para este proyecto”.
El contexto en el que surgió Vikorg se sitúa entonces en un Panamá “revuelto, pero un poco mejorcito” respecto a MCMLXXXII, que se lanzó en 2008, de acuerdo con Sánchez.
“En ese entonces estábamos bravos, vendiendo en todas las playas y todo el boom económico panameño de 2008 a 2010. Después de haber sobrevivido a todo eso, diría que Vikorg es un disco mucho más positivo y en el que se consolida la alineación de nosotros en vivo. Nos concentramos mucho en aquel entonces de que el disco diera esa sensación, de poder transportar a la gente a la experiencia más cercana a estar en vivo. Estábamos contentos de ese disco, porque además trabajamos con el productor musical Terry Brown, que también estaba involucrado en los discos de Rush”, agregó.

Sánchez narró que Vikorg surgió de la gente, ya que se inició un kickstarter en aquel entonces, con el objetivo de recaudar fondos para la realización del disco. Hoy en día, el éxito del disco es tal, que 10 años después es uno de los más escuchados de la banda, lo que ameritaba su transformación a vinilo, dijo.
Cada canción de Vikorg tiene su historia particular. Por ejemplo, Guarumo viene de un ritmo que el compositor Iñaki Iriberri quería incorporar desde hace mucho tiempo. “Fue una de las primeras canciones que él me mostró cuando nos conocimos en 1998. Eso estaba dando vueltas por ahí y me acuerdo que lo grabamos cuando hicimos Madre Tambor y estaba pasando una canción y se borró el archivo. Volvió a resurgir acá e hice una letra y, de repente, salió otra cosa que se tornó en Guarumo. Guarumo nos sirve para introducirnos como una banda que hace música medio alegre y, a veces, medio matemáticamente complicada, pero que siempre pone a bailar”, comentó.
El Mono y la Culebra, en cambio, se centra en una leyenda capaz de captar el interés de un niño. “Esa fue la primera vez que vi en las redes sociales a un niño de seis años cantando nuestra música. La canción generó cosas inesperadas y nos hizo llegar a cosas a las que nunca antes pensábamos llegar”, dijo Sánchez.
Destacó, por ejemplo, que en algunas ocasiones los padres llevan a sus hijos a los conciertos atraídos por su música.
Astrodek cuenta la historia de un amor que termina rompiéndole el corazón a un surfista. “La canción da risa, porque ves en concierto a los hombres con los ojos cerrados en gesto de perdón hacia sus parejas [...]. La canción revela una sensación de estar perdido y ausente a la vez, pero no terminas estando ahí”, dijo.
Lo Que Hay, en tanto, es una canción que, de acuerdo con Sánchez, es romántica al estilo de Pimpinela o Camilo Sesto. “Es es nuestro Wind of Change de Scorpions. La canción tiene vida propia”, afirmó.
Señor Loop apuesta por hacer vibrar a sus fanáticos en cada concierto, ya que siempre se presenta decidido a darlo todo, según Sánchez. “La gente se vuelve más loca y nosotros también, y termina el concierto con una sensación de qué es lo que acaba de pasar aquí. Poco a poco, desde que Señor Loop comenzó hasta ahora, he visto que el público se ha adueñado de su espacio y se ha sentido la libertad de hacer lo que le da la gana, sin ningún tipo de pudor. La filosofía nuestra es la total libertad, siempre y cuando no molestes al vecino”, comentó.


