Sin novedad en el frente de Edward Berger es una película anti-guerra basada en la novela homónima de 1929. La película cuenta la desgarradora historia de un joven idealista y patriótico, quien junto a su grupo de amigos se inscribe para pelear por Alemania en la Primera Guerra Mundial, y cómo su experiencia en las trincheras en el frente con Francia destruyen sus fantasías de heroísmo y patriotismo.
La cinta inicia con una secuencia que muestra cómo la ropa de los soldados caídos es reutilizada para los nuevos conscriptos. La secuencia ilustra la “maquinaria industrial de la guerra” y cómo esta deshumaniza a las personas que visten los uniformes.
Desde ese momento la película nos mete en las trincheras, donde pasamos la gran parte del tiempo. Las secuencias de combate son viscerales, fuertes y muestran gráficamente la violencia y la brutalidad de la guerra. El estilo y detalle en el que se presentan estas secuencias evocan las recientes películas bélicas de 1917 y Dunkerque. Los efectos especiales son de primer nivel, combinando una escenografía espectacular con un movimiento de cámara sumamente versátil que nos mantiene constantemente en la acción. El dinamismo de estas tomas es uno de los puntos fuertes del filme.
A la vez, la película presenta una trama paralela sobre los negociadores que están tratando de terminar la guerra. Este trama por momentos rompe el ritmo de la película y nos saca de la acción, pero al mismo tiempo cumple la función de mostrarnos la dualidad entre la guerra de la trinchera y la guerra de los tratados, y como muchas personas pierden su vida por lo que son fundamentalmente caprichos de escritorio.
Sin embargo, este estilo cinematográfico tan moderno y pulido le resta un poco a la estética grotesca y decrépita que es tan fundamental en las películas de guerra. La cinta opta por verse más pulcra y con una escenografía mucho más trabajada. Por otro lado, otros clásicos bélicos, como Full Metal Jacket o la soviética Ven y mira, son películas con un ambiente sucio, decrépito y hasta repulsivo. Dado su estilo, Sin novedad en el frente solo es capaz de presentarnos la idea de que “la guerra es una tragedia”. Mientras que las otras no tienen miedo a ensuciarse mostrándonos que la guerra no es solo una tragedia, sino también un infierno inhumano.
Si bien la estética de la película podría potenciar más el impacto del filme, Sin novedad en el frente sigue siendo una película efectiva en transmitir su mensaje antibélico, con la capacidad de dejar a la audiencia pensativa y afectada, especialmente en el contexto actual donde la guerra parece cada vez menos distante.


