Centroamérica Cuenta es un territorio por el que transita la conversación y la reflexión entre escritores, periodistas, editores, traductores, docentes y lectores.
Todo comenzó en el 2013, en las ciudades nicaragüenses de Granada, Managua y León. El novelista y cuentista Sergio Ramírez, su presidente, recuerda la primera edición de este festival literario como “una reunión muy modesta de amigos con una programación de calidad, en la que participaron estrellas junto a escritores que eran jóvenes promesas”.
La idea de este ganador del Premio Cervantes era organizar un encuentro anual de escritores centroamericanos. “Lo conversamos durante una Feria del Libro de Guadalajara con el Instituto Goethe de México. Recibimos mucho apoyo de las embajadas de Francia, Alemania y España. Ha sido un éxito convertir la narrativa de la región en un hecho público”.
Aunque la sede permanente era Nicaragua, la patria de Sergio Ramírez, las circunstancias políticas los obligó a convertirse en andantes. Por eso, ha ocurrido en Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, España y ahora en Panamá, del 22 al 26 de agosto.
Horacio Castellanos Moya (novelista y vicepresidente del festival) que Centroamérica Cuenta esté en Panamá “representa una expansión y un enriquecimiento. Muestra su consolidación como uno de los festivales literarios más importantes en lengua española. Su característica de itinerante se debe a que la dictadura lo expulsó de Managua. Sergio Ramírez supo convertir la necesidad de sobrevivencia en virtud”.
En once ediciones, Centroamérica Cuenta sigue siendo para Sergio Ramírez un camino de doble vía: “que los escritores puedan entrar en comunicación entre ellos -una lucha en Centroamérica, ya que venimos de países tan aislados- y el ponerlos en contacto con autores de otras latitudes”.
En Panamá se desarrollarán 50 actividades entre mesas redondas, presentaciones de libros, talleres y conversatorios.
“Panamá es como una bisagra porque une el mar con la tierra, une Centroamérica con América del Sur. Una puerta enorme que conecta mundos. Es donde inicia o comienza todo. Es el punto de encuentro de culturas, religiones e identidades. Para nosotros es el inicio de un nuevo trayecto y el cumplir una vieja deuda pendiente que teníamos con Panamá y el Caribe”, resalta Claudia Neira, directora del festival desde 2015.
Las sedes de Centroamérica Cuenta serán el Teatro Nacional, el Museo del Canal, la Biblioteca Nacional, la Academia Panameña de la Lengua, la Universidad Santa María La Antigua, la Universidad de Panamá, la Casa del Soldado, la Farmacia Arrocha, las librerías Gran Morrison y El Hombre de la Mancha, así como colegios públicos y privados.
“Panamá, más que nunca, es un puente de encuentro, al ser el paso de cientos de miles de inmigrantes que pasan por Darién rumbo al Norte. Panamá siempre ha tenido un latido literario fuerte como lo prueba la obra de Darío Herrera, Rogelio Sinán y Chuchú Martínez, entre tantos otros”, plantea Sergio Ramírez.
La inauguración será este 22 de mayo, a las 7:00 p.m., con la mesa redonda “Artífices: palabras y música en la salsa creativa de Rubén Blades y Leonardo Padura”.
“Qué mejor manera de inaugurar con dos de las voces más representativas del Caribe y Centroamérica: Blades (Panamá) y Padura (Cuba), que se unirán a más de 45 autores de más de 15 países de América Latina y Europa”, resalta Claudia Neira.
El festival en nuestro país se traduce para Neira en “un mar de oportunidades y desafíos en cuanto a la programación que ofrecemos y por su condición itinerante, ya que debemos escrutar las preferencias de cada país, a diferencia cuando un festival tiene una sola sede. Son desafíos que abrazamos con gozo y esperamos que los panameños disfruten de esta fiesta que hará de Panamá la capital de la literatura hispanoamericana”.
Referencias y expectativas
Alejandra Costamagna (Chile) está ilusionada porque es su primera vez en Panamá y es su debut en Centroamérica Cuenta. “Feliz de esa coincidencia que ampliará las fronteras del festival y que seguro enriquecerá mi experiencia”.
Para Costamanga, escritora y periodista, hay asociaciones históricas con nuestro país: “con el Canal, que hemos aprendido desde los tempranos años. Para quienes crecimos en dictadura en Chile se vuelve inevitable pensar en la Escuela de Las Américas y lo que eso implicó en la región. Pero hay un ámbito luminoso que no puedo sino asociar a las primeras fiestas de adolescente, al ritmo de Rubén Blades. Estos días acabo de ver una película que me maravilló: La felicidad del sonido, de Ana Endara. Me parece fascinante el trabajo que hace Endara junto a Pilar Moreno en el documental Para su tranquilidad, haga su propio museo”.
Para el narrador guatemalteco Rodrigo Rey Rosa que Centroamérica Cuenta sea en Panamá “significa haber hallado un nuevo puerto, y eso es muy bueno, especialmente en los tiempos que corren. Yo asocio a Panamá con el mar. Con el Darién, por donde navegué alguna vez, en panga, llegando desde la costa del Chocó. Y con la música, claro, la parranda”.
“¡Qué vergüenza lo que voy a decir!”, anota la mexicana Brenda Navarro (escritora y socióloga). “A playas, pero también con movimientos sociales silenciosos y silenciadas. En tu país están pasando tantas cosas. Sé que Panamá es más que esa fachada de arena, sol y el mar azul. Quiero ir a escuchar. Estoy ilusionada”.
Es la segunda ocasión que Antonio Ortuño saldrá del Aeropuerto de Tocumen (la primera fue por 24 horas en el 2017). “Panamá siempre ha pasado a contracorriente a lo que le ha ocurrido al resto de Centroamérica”.
Sobre Centroamérica Cuenta, este escritor mexicano opina que su valor es la posibilidad que tiene “de unirnos como autores de la región y nos permite conocernos entre nosotros. Quiero traerme muchos libros de la literatura panameña”.
“Guardo un recuerdo muy bonito de mi estancia anterior en Panamá. Fueron unos días llenos de literatura, de compartir palabras con autores centroamericanos y de conocer nuevos territorios, paisajes e Historia. Regresar de la mano de Centroamérica Cuenta es emocionante. Estoy segura de que esta nueva edición del festival dejará en mí una nueva huella, conversaciones inolvidables y la oportunidad de compartir distintas visiones sobre un presente cambiante, caótico y, desgraciadamente, violento en muchos lugares del mundo”, indica Aroa Moreno Durán, escritora española.
Gabriela Cabezón Cámara quiere conocer el Parque Metropolitano y los dos océanos que rodean a Panamá. Plantea que Centroamérica Cuenta es un encuentro de importancia mayúscula “porque en Latinoamérica tenemos las mismas historias y padecemos los mismos males. Está todo estructurado para que no nos comuniquemos. Unidos somos más fuertes. Centroamérica Cuenta está basado en la resistencia”.


