Rompió paradigmas al reconocer públicamente que un rabino (el jefe religioso de una comunidad judía) atravesaba un cuadro de ansiedad y ataques de pánico. Esta experiencia lo llevó a idear un método para ayudar a otras personas a superar estos episodios en sus vidas.
En 2016, lanzó su primer libro, titulado De mi ansiedad a tu felicidad, donde narra en primera persona cómo enfrentó estas “distorsiones”. Su historia también derivó en la producción de un filme que será llevado a la gran pantalla.
Esta es una parte de la historia del rabino Gabriel Benayon, nacido en Uruguay, pero muy familiarizado con Panamá, ya que residió casi 20 años en tierras canaleras (desde 2003 hasta 2022).
En una entrevista con La Prensa, Benayon habla sobre sus vivencias personales, salud mental y el legado que desea dejar.
Antes no era tan frecuente escuchar o conocer sobre las vivencias personales en materia de salud mental...
Cuando yo sufrí de ansiedad y ataques de pánico hace 23 años, como lo cuento en mi libro y ahora también en la película, en ese momento no era muy común. La gente no hablaba de ansiedad, de ataques de pánico. Estamos hablando de hace 23 años. Hoy sí, hoy te encuentras con una persona que tiene ansiedad, otro tiene ataques de pánico, otro tiene depresión. Definitivamente algo está ocurriendo a nivel de salud mental y es tan grave como una pandemia.
¿Por qué antes no se hablaba tanto de esto?
Creo que hay dos respuestas. Era un tema tabú. Antes, el que iba al psicólogo estaba loco, el que iba al psicólogo tenía problemas. Definitivamente, todo lo que tiene que ver con la salud mental ha ido desmitificándose poco a poco, lo que es muy positivo y es uno de los objetivos también de mi película: que la gente se dé cuenta que hasta un rabino pudo haber sufrido ansiedad y ataques de pánico. Y eso es normal y está bien. Lo que se busca es que mucha gente, después de ver la película o de leer el libro, se anime a salir de esos tabúes y hablar de lo que les pasa.
PERFIL
Gabriel Benayon nació en Uruguay. A los 17 años inició sus estudios en la institución de estudios rabínicos Tomchei Tmimim Lubavitch. También estudió en Argentina, Chile, Israel y Estados Unidos. Además, tiene un diplomado en terapia cognitiva conductual de la Universidad José Martí de Guadalajara. Está casado con Nechama Dina, desde hace 20 años, y es padre de 7 hijos.
Otro aspecto es que los tiempos han cambiado, con relación al uso de la tecnología.
Sí, hace 25 años no había internet como hay hoy. No había redes sociales. No había esa necesidad de encontrar el éxito tocando un botón. La gente hoy en día quiere conseguir los objetivos de la vida simplemente tocando un botón o navegando en las redes sociales, como si fuera una recompensa inmediata. Por un lado es maravilloso el avance tecnológico, pero también este avance está corrompiendo la mente, el corazón y nuestra existencia de una manera masiva. Tenemos que buscar los medios para balancear esa situación y no permitir que nos llenemos de ansiedad y estrés.
Antes, los motivos que causaban estrés también eran otros...
Hoy en día el estrés es “tengo que ser como se me presenta la gente en las redes sociales”, entonces necesito compararme con este, necesito hablar como este otro, vestir como el otro. No nos damos abasto a nivel mental, porque se nos está exigiendo demasiado, y nosotros nos autoexigimos demasiado.
Luego de las situaciones que atravesó personalmente en materia de salud mental, ¿cuál es el mensaje que sigue llevando a la población?
Todos tenemos desafíos: a nivel económico, familiar, de salud, es decir, hay desafíos por todos lados. Mi mensaje es tratar de transmitirle a la gente que la oscuridad se puede transformar en luz, que los desafíos son oportunidades de crecimiento, que dentro de esas nubes negras hay tesoros ocultos, para que nos demos cuenta de que tenemos poderes dentro de nosotros para regular las emociones y transformar las situaciones.
¿Alguna anécdota en particular que quisiera compartir?
Yo recuerdo algo muy bonito. En 2016, cuando estaba presentando mi libro “De mi ansiedad a tu felicidad” por primera vez delante de 400 personas en el Centro Comunitario Beth El, en Paitilla, se me acerca un miembro comunitario y me dice: “Rabino, quiero hacerte una pregunta: ¿tú estás seguro que quieres presentar este libro?” No entendía lo que me estaba diciendo. “¿Por qué no?”, le respondí. “¿Tú le vas a decir al mundo que tuviste ansiedad y ataques de pánico? Porque en general los líderes comunitarios no se muestran vulnerables.” Le dije, “justamente eso es lo que quiero, querido amigo. El libro se llama ‘De mi ansiedad a tu felicidad’ porque no quiero enseñar desde un pedestal como un maestro sabelotodo, sino desde el sufrimiento, desde mi oscuridad. Quiero decirle al mundo que lo que tú estás sufriendo yo también lo sufrí, y tengo un método y herramientas para que tú también puedas salir adelante.” Además, es para que la gente sepa que si el rabino sufrió ansiedad, yo también puedo sufrir de ansiedad ¡y no pasa nada!

Hablando de las herramientas útiles para enfrentar estas situaciones, ¿podría explicarnos en qué consiste el método Benayon?
Básicamente, el método es enseñarle a las personas una teoría que no escuchan normalmente en otros lados. Les enseño que, de alguna manera, todo lo que están haciendo para liberarse de la ansiedad es lo que está fijando la ansiedad. La gente trata de escapar de la ansiedad pero la hace mucho más grande. Les hago preguntas muy particulares que cambian el chip, el marco mental de la persona, para entender que el camino no es hacia un lado sino hacia el otro. Luego del entendimiento de cómo funciona la ansiedad, de cómo se activa, trabajamos en siete técnicas que la persona utilizará para ponerse por encima de la distorsión de la ansiedad y desintoxicarse.
Se refiere a la ansiedad como una distorsión y no como una enfermedad.
Para mí, la ansiedad no es una enfermedad. Es una distorsión de pensamiento que llega por un desafío. Yo estaba bien y de repente llegó la operación de mi hermana Sabrina, hace 23 años, que se iba a operar porque le salió un tumor en la tiroides, y desde ese momento empecé a pensar negativo, catastrófico, en lo peor, me llené de incertidumbre y ahí entró la ansiedad unas semanas después. Empecé a tener síntomas, hasta los ataques de pánico: sudoración, náuseas, visión borrosa, nerviosismo, insomnio, etc. Pero no es que me enfermé, fue que empecé a pensar negativo a partir de una situación de riesgo. Por eso no lo llamo una enfermedad sino una distorsión de pensamiento.
Cuéntenos cómo surgió la idea del primer libro.
Siendo rabino en Panamá, la gente había escuchado que yo había pasado por ansiedad y ataques de pánico, entonces algunos con ansiedad y ataques de pánico venían a consultarme. Después de los consejos que les daba, me decían que se habían curado. Es decir, la gente me llevó a descubrir que yo tenía de alguna manera un método. En un momento me dije “tengo un tesoro para compartir, ¿qué hago?” Y decidí escribir un libro. No era escritor y hoy tengo cuatro libros. “De mi ansiedad a tu felicidad” es un libro ‘made in Panamá’. Y mis siete hijos son de Panamá, así que estoy muy orgulloso de mi conexión con el país.
Un consejo que daría en este momento a quienes estén atravesando situaciones como la que pasó hace años.
En primer lugar, decirles que eso que dice la mente de que “me estoy muriendo” está en la mente y no es verdad. Sé que es una situación difícil, hasta desgarradora... yo estuve ahí. Pero, como una vez me dijo un gran sabio cuando yo estaba pasando por una situación en el COVID-19 que sentía que me estaban enterrando: “no te están enterrando, te están plantando”. Ese es el cambio de perspectiva que hay que tener. Hay que saber que estas situaciones, en nuestra mente, pueden parecer la muerte, lo peor. Pero si cambiamos el chip, pueden ser situaciones transformadoras, de cambio trascendental.
SOBRE EL FILME
La película De mi ansiedad a tu felicidad, basada en el libro de Benayon, aborda el tema de la salud mental. Fue filmada en Miami y Nueva York (Estados Unidos), Argentina y Panamá. El filme muestra el sufrimiento y la superación de personas que lucharon contra la ansiedad, incluido el rabino.
En la película se presentan testimonios de panameños como los deportistas del equipo de fútbol Club Atlético Independiente de Panamá (CAI), quienes tuvieron la oportunidad de poner en práctica el método Benayon.

“Yo me transformé en el coach motivacional del CAI. En los últimos años ganamos tres copas. Es impresionante cómo Dios me llevó a lugares inesperados, a lugares donde nunca pensé que podía llegar, hasta el punto de transformar a todo un equipo. Y, según ellos dicen, soy parte de esas copas también”, expresa el autor de los libros SOS Sufrir o sanar, Conectad-os y La pluma de mi alma.
Hoy día, Benayon está radicado en Miami, Estados Unidos, desde donde se dedica a ayudar a más y más personas a enfrentar “sus desafíos emocionales, porque justamente esa fue mi transformación”. También visita Panamá con mucha regularidad.