La artista Maruja Herrera tiene motivos de sobra para estar feliz, ya que presentará una vez más el ballet Giselle, una de las coreografías dramáticas más importantes a nivel internacional que interpretó por última vez hace 20 años.
Esta vez, lo hará el 27 de este mes en el Teatro Anayansi del Centro de Convenciones Atlapa. Se trata de la segunda presentación de la temporada 2022 de la compañía de danza Youth Ballet Company.
Herrera se pondrá nuevamente en los zapatos de Giselle, en una historia intensa que usa la danza como lenguaje para transmitir sentimientos, desde el más profundo amor hasta el rencor más intenso.
La artista estará acompañada del bailarín internacional invitado, el cubano Gian Carlo Pérez –actualmente primer bailarín del Washington Ballet de Estados Unidos–, así como con un equipo compuesto de grandes bailarines panameños y jóvenes profesionales que aspiran formar parte del ámbito nacional e internacional de la danza.

La protagonista de este ballet comentó a La Prensa que, al principio, no estaban seguros de sacar adelante la obra, dada la complejidad de esta. “Yo cumplí 50 años de edad hace un año y quería celebrarlo de la mano con la danza. Pensé que Giselle era una de las piezas adecuadas dadas mis habilidades técnicas y también por el hecho de que ya había realizado esta coreografía hace 20 años en el Teatro Balboa. Finalmente, se me ha dado la oportunidad. Estoy muy contenta y abrazo este momento con mucho aprecio y mucha gratitud, y quiero compartirlo con las personas que deseen acompañarnos en este evento, que es una obra absoluta de ballet romántico”, dijo.
“Participar en una obra como esta –que ha sido presentada desde el año 1841 y desde entonces se ha caracterizado por ser un éxito– es como la cúspide de un bailarín o una bailarina”, acotó Herrera.
La volatilidad de los sentimientos expresados en esta historia es, precisamente, uno de los pilares de Giselle y requiere a los participantes manejar la obra con la misma fluidez de la vida, en la que también se acepta que los momentos cambian en uno a otro sentido.

“Lo difícil de la pieza es cómo poder transmitirle a la audiencia esos sentimientos y estados de ánimo que se reflejan en la textura de la vida y de la eternidad que todo lo puede y, sobre todo, que el amor todo lo puede y es infinito. Es una obra que muestra una calidez humana [y] cada quien que la vea tendrá una sensación diferente y una experiencia diferente”, añadió.
En este sentido, Herrera narró que para los bailarines que participan en la obra la percepción es la misma y que, en lo particular, ella busca transmitir la fuerza del amor infinito que todo lo puede.
Los tonos musicales adquieren también un papel preponderante en la puesta en escena, ya que van en sintonía con cada una de las escenas del diálogo.
Para la artista, con esta obra Panamá puede demostrar que es capaz de realizar una puesta en escena con alto valor cultural y educativo para los ciudadanos.
Si usted desea asistir a la función de Giselle, puede adquirir los boletos en la página web www.tustiquetes.com, mientras que los socios del Club de Suscriptores de La Prensa obtendrán 30% de descuento en la compra de entradas.


