Wanda, la rueda de agua que captura desechos sólidos flotantes en el río Juan Díaz, cerca del corredor Sur en el distrito de Panamá, celebrará el próximo 22 de septiembre su segundo aniversario de operación.
Este innovador sistema, a cargo de la organización ambiental Marea Verde, es el primero en Latinoamérica en combinar energía hidráulica y solar. Ha situado a Panamá a la vanguardia regional en la protección de ríos y mares, así como en la lucha contra la contaminación por plásticos.
Wanda trabaja en conjunto con la barrera flotante BoB, que retiene los desechos en el río Juan Díaz. Una vez atrapados, los residuos son transportados a un centro de recolección donde se llevan a cabo procesos de clasificación, disposición adecuada y reciclaje. Entre septiembre de 2022 y julio de 2024, la rueda ha capturado 240 toneladas de residuos, de las cuales 36 toneladas han sido enviadas a reciclaje.
Así lo señaló la directora ejecutiva de Marea Verde, Laura González, quien precisó que los plásticos tipo 1 (botellas de agua y soda) y tipo 2 (botellas de productos de aseo) son separados manualmente y recolectados por una empresa recicladora, mientras que el resto de los desechos es enviado a cerro Patacón.
González subrayó que los residuos plásticos que salen del río están altamente contaminados, lo que representa un reto para su reutilización. Estos plásticos son recolectados por una empresa recicladora y mezclados con plásticos limpios antes de ser vendidos a plantas de reciclaje.
Informes de Marea Verde detallan que el tipo de residuos que reciben en este innovador sistema es variable. Sin embargo, realizan caracterizaciones cada seis meses. En julio, la caracterización arrojó los siguientes resultados en el top 5 por tipo de material: 39% PET (plástico tipo 1), 35% restos de poda, 4.8% HDPE (plástico tipo 2), 4.3% poliestireno expandido (foam) y 2.9% poliuretano.
Desde 2022, Marea Verde trabaja en el río Juan Díaz, una de las cuencas más grandes y contaminadas de la ciudad de Panamá. Esta cuenca abarca partes de los distritos de Panamá y San Miguelito, con una población de 700,000 personas.
Según datos de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, se recolectan diariamente 4,400 toneladas de desechos, pero solo el 5% de esta cifra se recupera para reciclaje.
Los resultados del proyecto muestran que al fortalecer las capacidades de reciclaje, se puede reducir un 30% de la basura que se genera; y si se añade el componente de compostaje, esta cifra puede alcanzar hasta un 50%.
A juicio de González, en Panamá es necesario trabajar en la reducción del consumo de plásticos y objetos de un solo uso, así como en el reciclaje de los residuos generados, ya que esto tiene un potencial significativo para disminuir la cantidad de residuos desechados en cerro Patacón y otros vertederos. Actualmente, el país no cuenta con una infraestructura de recolección o reciclaje suficientemente robusta para realizar la práctica de reciclaje de manera consistente y a escala.
La realización de este proyecto comenzó con una inversión de $3 millones, ganada por la organización en 2019 en el concurso Iniciativa de Océanos Benioff y la Fundación Coca-Cola. Este premio permitió traer a Panamá el primer sistema de recolección automática de basura para ríos, inspirado en las Trash Wheels de la bahía de Baltimore, en Estados Unidos.
Este proyecto cuenta con el apoyo de donantes locales, como la empresa de alta tecnología Wisy, Santa María Panamá y organizaciones no gubernamentales como Costa Recicla, Sociedad Audubon de Panamá y Mar Viva, entre otras.
El nombre del sistema, Wanda (acrónimo de “Wheel and Action”), es una “hermana” de las cuatro ruedas atrapa basura que operan en diferentes ríos de Baltimore y que fueron instaladas entre 2014 y 2021.
Un programa público para visitantes
Marea Verde inauguró este año la Casa de Wanda un programa público para que grupos visitantes puedan recibir talleres, charlas, participar en actividades, conocer el ecosistema del manglar y observar de primera mano la actividad de la rueda de agua Wanda.
La Casa de Wanda está equipada con exhibiciones didácticas realizadas por el Biomuseo en colaboración con proveedores y artistas locales, quienes utilizaron materiales reciclados para embellecer e incorporar el arte como herramienta de concienciación y educación ambiental. Las exhibiciones y esculturas en la Casa de Wanda se construyeron con aproximadamente 60,000 botellas de plástico reciclado.
Mirei de Heras, presidenta de la junta directiva de Marea Verde, comentó: “Wanda es el vivo ejemplo de que, a través de la acción conjunta de todos, se pueden lograr grandes avances y cambios de conducta para contrarrestar la contaminación de ríos y mares. Es nuestra aspiración que algunos componentes de este proyecto puedan ser replicados en los ríos urbanos de nuestro hermoso país, combatiendo así la contaminación que enfrentamos por los plásticos y la basura mal desechada. La Casa de Wanda es el complemento educativo al proyecto Wanda para crear conciencia y compromiso con acciones y soluciones.”
Una acción para la eliminación del plástico es la Ley 187 del 2 diciembre de 2020, que regula la reducción y el reemplazo de los plásticos de un solo uso.
La primera fase de esta normativa restringió el comercio de los hisopos para el oído, cobertores de plástico para ropa de lavandería, varillas plásticas para sostener globos, palillos plásticos para dientes, palillos cocktail de plástico, palillos plásticos para caramelos y anillos para latas.
Mientras que la segunda fase, que prohíbe el uso general y la comercialización de los empaques plásticos para huevos, revolvedores de plástico desechable y platos plásticos desechables, comenzó a regir el 1 de julio de 2022.
Cada uno de los desechos que llegan a los océanos tienen diferentes impactos en las especies marinas.
Por ejemplo, una red fantasma atrapa tortugas marinas, pero el plástico se va degradando y fijando en los organismos marinos afectando su metabolismo, explican los ambientalistas.
Mientras, la basura impacta a los ecosistemas costeros en general y en el caso de los manglares se ubica en las zonas donde se producen propágulos (parte de una planta capaz de originar vegetativamente otro individuo) afectando que puedan mantenerse en los sitios que son adecuados para ellos pegarse al sustrato y crecer.
