HAY QUE RESPETAR LOS DERECHOS DE TERCEROS.
Jorge Rivera Staff | Hace 17 añosEn Panamá, como en la mayoría de los países latinoamericanos, estamos acostumbrados a enfrentar las diferencias de opiniones de forma más pasional que racional, lo cual afecta nuestra capacidad para encontrar puntos en común ya que generalmente damos énfasis precisamente a las diferencias. Esta condicionante social nos ha limitado en el desarrollo de una cultura del diálogo en casi todos los niveles; ya sea gobiernos frente a la oposición política, empleadores frente a trabajadores, minorías excluidas o protegidas frente al resto de la sociedad, grupos de presión o simplemente entre miembros de una familia o vecinos de un barrio.