El pacto de gobernabilidad, la mancuerna política entre el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Panameñista para controlar la Asamblea Nacional, será reformado.
El presidente del Legislativo, el panameñista Adolfo Valderrama, manifestó ayer que es necesario “volver a sentarse” con sus colegas perredistas, aunque aclaró que prefiere no usar la palabra “negociación”, ya que el término en sí trae “mucho ruido”.
Recordó que el PRD cuenta con un nuevo Comité Ejecutivo Nacional, que no estuvo cuando se concretó el pacto inicial, por lo que considera justas unas nuevas conversaciones.
LOS TEMAS
Entre los temas que le darían forma al nuevo acuerdo figuran: el sistema único de salud, transporte, fiscalización, transparencia y las reformas electorales.
“Van a jugar un papel importante a la hora de blindar el sistema democrático”, precisó Valderrama al momento de hablar de los cambios que se le harían a la ley electoral.
“Eso se va a dar y yo creo en eso”, agregó.
EL PAPEL DE CD
Cuando se le consultó sobre el papel de los diputados del opositor Cambio Democrático (CD), partido del expresidente Ricardo Martinelli, reiteró que no han perjudicado o entorpecido la labor legislativa. “No lo han hecho”, aseguró. “Los diputados de CD han respaldado las ratificaciones de funcionarios y la gobernabilidad. Entienden el rol que deben jugar en la democracia. Estamos llamados a dar un giro y un cambio a la política tradicional”, sostuvo.
EL PAPEL DE HUMBERT
La Asamblea Nacional escogió el pasado miércoles, al empresario Federico Humbert como contralor de la República. Recibió 60 votos. Aparte de los votos del panameñismo y el PRD, Humbert tuvo el visto bueno del CD.
Ayer, un día después de la elección de Humbert, Valderrama también habló de los retos que le esperan al sucesor de Gioconda Torres de Bianchini.
De acuerdo con su criterio, a Humbert le espera “un camino que no es fácil”. Sin embargo, dijo que se ha dado un voto de confianza para que la rendición de cuentas deje de ser palabras.
“En la fiscalización del fondo público va a jugar [un] rol importante, para que la Contraloría vuelva a ser la Contraloría, que no goza de la credibilidad del pueblo”, dijo. “Y que se entienda que quien cometió errores acepte la rendición de cuentas y que es una obligación rendirle cuentas al país. Somos contratados por cinco años para ser un servicio con fondos del pueblo. Sanear (...) limpiar la casa es lo que el pueblo panameño está pendiente”, acotó.
Sobre el presupuesto de la Asamblea Nacional, enfatizó que se están manejando ahora con $71 millones, a diferencia de los $135 millones que Sergio Gálvez, de CD, manejó en 2013.